Qué pronto se me ha hecho tarde…
para sentarme a tu lado…
para recitarte poemas…
para no cansarme de darte coraje…
Para decirte una mil veces,
cuánto te quiero,
cuánto te anhelo,
cuánto bueno nos espera…
en este planeado y ansiado viaje…
Para reírnos al unísono,
al imitar esos cuentos…
en esas tardes de entuertos…
de abril y niebla…
de mañanas de oleaje…
Para planear nuestros viajes,
de bocadillo y manta,
de mapas perdidos…
de trayectos sin equipajes…
Qué pronto se te ha hecho tarde…
a tu impaciente y afilada pluma,
y a tu nueva ejemplar vida…
plena y llena de abordajes…
Qué pronto es demasiado tarde…