Santos y pecadores

Vagamos por tierras baldías…
yermos de odio y vacío…
confines de envidia y dolor…

Erramos entristecidos
por infecundas almas,
que no albergan sino hastíos…
trincheras sin puentes de unión…

Pero siempre con la mirada en el horizonte,
soñando con un soleado día,
que bañe de nuevo estas tierras
de alegría y esplendor…

Todos somos santos y pecadores,
escuderos, pero todos con un noble corazón…

No permitas que nadie
rasgue tu bandera,
ensucie tu alma bella
o robe tu bendita ilusión.