El salmorejo es una crema fría tradicional de la cocina andaluza, concretamente de la zona de Córdoba. Esta receta es refrescante, fácil de preparar y económica.
Ingredientes (4 personas):
- 12 tomates
- 1/2 calabacín
- 1 zanahoria
- 6 espárragos verdes
- 1 cebolleta
- 12 ajos frescos
- 1 diente de ajo
- 150 gr. de miga de pan
- 2 lonchas de jamón ibérico
- aceite de oliva virgen extra
- sal
Información nutricional:
Este plato es sano y nutritivo, recomendado para todos en estos meses de calor. El salmorejo nos va a permitir hidratarnos y refrescarnos, aportándonos además sustancias antioxidantes que nos van a proteger de los efectos nocivos del sol y de los excesos que cometamos durante el verano.
Elaboración de la receta de Salmorejo:
Limpia los tomates, retírales el pedúnculo, córtalos en cuartos y colócalos en un bol. Tritúralos con la batidora eléctrica. Para eliminar las pepitas y los trozos de piel, pasa la crema por un colador.
Pela el ajo, lamínalo y añádelo al bol. Echa 150 ml. de aceite de oliva y pon a punto de sal. Tritura todo con la batidora eléctrica hasta que quede una crema fina y homogénea. Enfría el salmorejo en el frigorífico.
Pica la zanahoria, la cebolleta, los ajos frescos, los espárragos verdes y el calabacín con piel en daditos pequeñitos y saltea las verduras en una sartén con un chorrito de aceite. Sazona.
Sirve el salmorejo, coloca en el centro una porción de verduras salteadas y espolvorea con el jamón picado.
Si se desea, rocía con unas gotitas de aceite y decora con una ramita de perejil.
Consejo:
Los tomates más utilizados en general son los de pera y los de ensalada, ya que resultan los más jugosos y los que tienen menos cantidad de agua.
Tomate:
El tomate nos aporta agua, fibra y vitaminas, entre las que destacan la provitamina A, la C y la E. Además, nos aporta vitaminas del grupo B, que actúan en el metabolismo para que dispongamos de energía e intervienen en el buen funcionamiento del sistema digestivo y nervioso.
Además, el tomate contiene carotenos como el licopeno, que es el que le da el color rojo, de efecto antioxidante al igual que la vitamina E y la vitamina C.
El potasio presente en el tomate nos ayuda a evitar la retención de líquidos que podemos tener en verano a causa del calor.
Pan:
El pan que añadimos al tomate representa al cereal que debe estar presente en todas las comidas, aportándonos hidratos de carbono, proteínas que se complementan con las del huevo, vitaminas, minerales y fibra.
El pan de esta receta no engorda, todo lo contrario. Sus azúcares nos ayudan a regular la sensación de hambre, contribuyendo a que mantengamos un buen comportamiento alimentario, ayudándonos a no picar entre horas.
Ajo:
En la receta de hoy consumimos el ajo crudo, de manera recomendable para que mantenga sus propiedades diuréticas, desinfectantes, protectoras del aparato cardiovascular y anticancerígenas.
Aceite de oliva:
El aceite de oliva virgen ayuda a prevenir la arteriosclerosis por efecto de los antioxidantes que contiene y por la presencia de grasas insaturadas, produce un mejor funcionamiento del estómago, del páncreas y del intestino, siendo un remedio muy eficaz contra el estreñimiento.
Además, el aceite de oliva posee un efecto protector sobre la piel debido a su riqueza en antioxidantes, colabora en el mantenimiento del sistema hormonal, estimula el crecimiento y mejora la absorción del calcio y la mineralización de los huesos.
Autor: Karlos Arguiñano
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