Máxima de Holanda

Valentino fue el diseñador elegido para el traje nupcial de Máxima Zorreguieta, actual Reina Máxima de Holanda, en su matrimonio con el Príncipe Guillermo, el por entonces heredero a la Corona Holandesa, el 2 de febrero de 2002, en la Nieuwe Kerk de Ámsterdam.

Esta obra de Valentino, sencilla y a su vez muy elegante, fue confeccionada con mikado de seda, de color marfil, con mangas semi-largas ajustadas y cuello redondeado.

La falda quedaba finamente adornada con dos aplicaciones de encaje a ambos lados y tenía poco vuelo.

La cola

Esta creación llevaba una hermosa cola de cinco metros, con un grandioso velo, confeccionado en tul de seda con detalles florales hechos a mano, que estaba sujeto con una deslumbrante y valiosísima tiara de estrellas, que se detalla a continuación.

La tiara

Esta espectacular joya estaba formada por una base de oro blanco con incrustaciones de diamantes, desde donde nacen cinco flores con forma de estrella.

La historia de esta preciosa tiara se remonta a la Tiara de Margaritas que fue una pequeña diadema de diamantes que originalmente era de la Reina Sofía, primera esposa del Rey Guillermo III de Holanda. En 1966 se le incorporaron cinco broches de perlas y diamantes con forma de margarita, también pertenecientes a Sofía.

Usada por varias reinas y princesas, fue la que eligió la Reina Beatriz para su coronación, el 30 de Abril de 1980.

En 2002 a la tiara se le incorporaron las estrellas de diamantes de la Reina Emma, segunda esposa de Guillermo III, para la boda de Máxima y Guillermo.

Tanto Máxima como Beatríz la usaron en varias ocasiones, con o sin las estrellas.

Como grandiosa obra de joyería cabe mencionar la tiara de perlas Württemberg, que lució la Reina Beatriz en su matrimonio con el príncipe Claus. Esta corona estaba compuesta de diamantes antiguos con un diseño de volutas y flores de lis entrelazadas que quedaban coronadas por cinco perlas naturales, purísimas, en forma de lágrima, y en tamaño espectacular. Un tesoro de valor incalculable, regalo del rey Guillermo I de Württemberg a su hija, la princesa Sofía, primera esposa del rey Guillermo III de los Países Bajos.

Máxima la luce en ocasiones con una majestuosidad inmensurable.

Junto a la tiara, la novia lucía unos sencillos pendientes largos, -formados por un hilo de diamante terminado en una pequeña bola- y una pulsera de diamantes engarzados en platino a juego como únicos complementos.