No puedo decir lo que siento
porque rompería el imperio de tu mirada.
No puedo mirarte a los ojos
porque desgarraría tu alma en una salva.
No puedo dejar de pensarte y sentirte
porque eres parte de mi espíritu.
No puedo olvidar ni perdonarte
porque no fuiste parte de la súplica.
La vida son sólo palabras descosidas…
palabras del ayer y del hoy,
que no pueden cambiar el futuro.
Palabras que desgarran el alma por dentro
para que no rompan las apariencias de afuera.
Palabras viejas, palabras nuevas,
palabras truncadas del dolor que compelo.
Palabras rotas que atisbo y velo,
en tu siempre corazón de hielo.