Sí, somos frágiles…
Frágiles porque cuan personas
nos duelen las vagas afrentas de adalides sin cuartel ni bandera…
Sí, somos frágiles…
Frágiles porque como humanos
nos asombramos de necias rencillas llenas de envidia sin inocencia…
Sí, somos frágiles…
Frágiles porque portamos corazones afligidos
que lloran a solas las públicas ofensas…
Sí, somos frágiles…
Frágiles porque nuestras almas sortean absortas
cómo nos improperan con vana indecencia…
Sí, somos frágiles…
Y seguiremos siéndolo,
aunque con ello se nos vaya la vida,
porque demuestra que somos alma, corazón y fuerza…
y que, ante todo, haya merecido la pena.