Buckingham Palace anunciaba oficialmente en marzo de 1986 el compromiso matrimonial entre el Príncipe Andrés, segundo hijo de la Reina Isabel de Inglaterra y cuarto en la línea de sucesión al trono, y Sarah Ferguson, hija de un antiguo comandante de la Guardia Real y descendiente directa de Carlos II Estuardo.
El anillo de pedida, diseñado por el Príncipe Andrés, tiene un alto valor no solo por sus piezas, sino por la carga histórica que lleva consigo y además porque pertenece a la Royal Collection. Por ello, su precio alcanzaría los 82.000 euros. El anillo presentaba un rubí birmano -“del mismo color del pelo de Sarah”- rodeado por un halo de 10 diamantes blancos engastados a una alianza de oro amarillo.
Y llegó el día esperado…El matrimonio de Sarah Ferguson y el Príncipe Andrés tuvo lugar el 23 de julio de 1986 en la Abadía de Westminster.
Sarah al entrar en el templo lucía un tocado de flores, hecho de gardenias, la flor preferida del príncipe Andrés, que envolvía la corona de diamantes que descubriríamos una vez ya convertida en Duquesa de York, título otorgado tras su boda. Todo un símbolo que marcaría el nuevo rumbo de su vida.
La diseñadora, Linka Cierach, creó un vestido clásico, de inspiración victoriana, hecho de satén “duchesse” de marfil, con un profundo escote, corpiño ajustado, mangas ligeramente hinchadas en tres cuartos, con arcos en el hombro y una falda completa.
El corpiño del vestido estaba delicadamente bordado a mano con intrincados abalorios y la cola lucía las iniciales entrelazadas de los novios, A y S, anclajes para honrar la carrera naval del Príncipe Andrés y abejorros y cardos, que son símbolos utilizados en el escudo de la familia Ferguson.
Tiara
Elaborada completamente con diamantes engastados en platino y un gran diamante de 5 quilates en la zona central, esta pieza puede alcanzar a día de hoy los 244.000 euros en el mercado.
La “York Tiara”, como pasó a denominarse, fue un regalo de la Reina, y se cree que la Reina Isabel y el Príncipe de Edimburgo compraron un juego completo, compuesto de la tiara, collar, brazalete y pendientes para la nueva esposa de su hijo, en una tradición que es muy común entre las Familias Reales.
Ramo
La duquesa lució un original ramo de flores, en forma de S, con gardenias, lirios, rosas y mirto.
La cola
El vestido terminaba en una cola de cerca de cinco metros de largo, y que por su longitud causó algún problema a Sarah en la Abadía y al subirse al carruaje con su marido al terminar la ceremonia. Un delicado lazo en cascada daba nacimiento a este tren de majestuosidad.
Más de 300 millones de personas de 32 países presenciaron en directo la ceremonia, en la que por primera vez se pudo ver de frente a los contrayentes gracias a una cámara oculta tras el altar.
La abadía era un espectáculo de luz y color indescriptible, adornada con 30.000 flores procedentes de todos los rincones del Reino Unido y del extranjero.
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El próximo otoño esperamos el enlace de la hija del Príncipe Andrés y Sarah Ferguson, la Princesa Eugenia, con Jack Brooksbank en la Capilla del Castillo de Windsor…donde ¿veremos de nuevo la York Tiara?
evarocio 
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