Me olvidé del mes,
de la temperatura, del viento…
No recordé tu cumpleaños,
ni tampoco el mío, ni si es adviento…
No me acordé de su nombre,
de su profesión o de si tiene talento…
No recuerdo los deberes,
ni la charla de la profe ni siquiera del asueto…
Desconozco si desayuné,
si he merendar y por si acaso, me acuesto…
Pero siempre llevaré dentro de mí,
en mi corazón resuelto…
el recuerdo de nuestras risas,
y de todo el AMOR que a mí,
cada día me han devuelto…
Nunca olviden que yo aún no he muerto.
(Dedicado a todos los enfermos de Alzheimer,
a quienes los cuidan, a quienes lo sufren y a quienes aman sin fin.)