Hoy despertamos tristes,
desolados,asombrados,
hundidos,miserables,
calcinados…
Ayer nuestras bóvedas ardían,
entre llamas de incierta procedencia…
Ayer parte de nuestras vidas
se incineraban en nuestra presencia…
Como en nuestra existencia,
a veces todo arde sin esperarlo,
a veces todo parte sin atisbarlo…
pero también a veces,
no es demasiado tarde,
para salvarnos…
Pechinas y pilares,
tímpanos y absides…
contrafuertes de dolor…
todos ellos sobre el sillar de la vida,
sobre la dovela del Amor,
la cruz de Jesús,nuestro Señor…
¡Cuánto guardan estos templos,
cuántos secretos sin voz…!
¡Cuántas ánimas arrepentidas,
cuántas lágrimas sin altavoz…!
Muros de Esperanza…
que tantas almas han arropado…
Muros de Fe…
que a tantos corazones han escuchado…
El Sena recoge tu llanto,
Mont Martre consagra tu corazón…
Los Campos Elíseos envuelven tu estela…
el Louvre plañe tu adiós…
Así te lloramos,
compungidos y con temor,
así ya te añoramos,
nuestros Muros de Dios.