Alegría

Y llegó la noticia,
y con ella el desconcierto…
¿por qué me atacaste bandido…?
si no esperaba este encuentro…

Pero ella luchó sin miedo,
con sus noches oscuras sí…
y algunos vacíos eternos…

Y venció como el hierro,
ardiendo ante el sol vibrante,
con astucia y sin desvelo…

Su única arma fue el cielo,
con su fe y y rodilla al suelo,
su único escudo fue el anhelo,
la felicidad sin revuelo…

Su nombre, señores,
es Alegría,
su apellido,
nuestro Ejemplo.