Te fuiste…
nos dejaste la noche oscura,
los días grises…
y las almas yermas…
Te fuiste…
regando estas viñas de tedio,
de desaliento infinito,
y de falsas revueltas…
Te fuiste…
y contigo el vacío,
el olvido, el hastío…
de tantas noches sin estrellas…
Te fuiste…
pero sigues en mis sueños…
donde correteamos las calles…
llenas de canciones y epopeyas…
Te fuiste…
pero me dejaste la alegría,
de continuar cerca de ti…
de sentirte en cada paso,
en cada una de mis tretas…
Te fuiste…
pero como aquél verano persiste,
tu sonrisa, tu mirada,
y esa tu alegría, mi ángel,
siempre serán mi respuesta.
No, nunca te fuiste…
porque siempre, aquí te llevo…
en cada una de las gestas…
(Dedicado a Carolina, mi ángel)