Seamos luz,
aunque tu pabilo se agoste también…
aunque la falta de aire fresco
haga mermar el brillo de tus ojos…
aunque la sed de vida absorba a ratos tu fe…
Seamos luz,
ante la tiniebla del pesimismo,
ante la tristeza del débil,
ante la nobleza del héroe redentor…
Seamos luz,
ante el enemigo distante,
ante el deudo perdido,
ante la angosta cuesta del dolor.
Seamos luz,
luz de esperanza,
luz de alegría,
luz de coraje y valor.