Ellas nos guían…
a través de estos inciertos caminos,
de espigas y agudas piedras,
que no dejan más que huella cruel…
Ejemplos constantes,
de experiencias inmersas,
en desafíos inquietantes
de amargura y hiel…
Antorchas de vida,
escudos sin piel…
Ellas nos alumbran…
en noches oscuras,
en amargas costanas,
repletas de angostos abrojos,
llenas de frío argel…
No dejéis de aluzar nuestras vidas,
no nos abandonéis en este bajel.
Dedicado a todas aquellas personas que aluzaron nuestras vidas en medio de la pérfida oscuridad.