El 14 de mayo de 1962 los actuales reyes de España protagonizaron una de las grandes bodas reales del siglo XX. Juan Carlos de Borbón y Borbón tenía 24 años y Sofía de Grecia y Hannover, 23.
La ceremonia se celebró en Atenas, el 14 de mayo de 1962, por el rito romano en la catedral de San Dionisio, y por el rito griego en la catedral de la Asunción de Santa María. Los reyes se casaron por los ritos católico y ortodoxo.
Un traje de ensueño
El vestido de novia, una obra de arte de Jean Dessès, un modisto griego afincado en Paris, fue confeccionado en lamé plateado recubierto de tul, incrustado con encaje antiguo y con el frente realizado en fino encaje de Bruselas.
La cola tipo ”Watteau” de 5 m, salía desde los hombros y tenía un pliegue central adornado con el mismo encaje en los laterales.
El velo sujeto con la preciosa diadema prusiana:
Tiara Prusiana
De estilo neoclásico y línea helénica, fue confeccionada por el joyero berlinés Koch y está realizada en platino y diamantes.
Fue un regalo del Káiser Guillermo II y de la Emperatriz Victoria Augusta a su única hija, la Princesa Victoria Luisa de Prusia (la abuela de la reina Sofía), con motivo de su boda con el Príncipe Ernesto de Hannover en mayo de 1913.
La Princesa Victoria Luisa, entregaría la diadema también a su única hija, la Princesa Federica de Hannover, quién en 1938, se casaría con el futuro Rey Pablo I de Grecia.
La Reina Federica, a su vez, 18 años después, regalaría la tiara a su hija mayor, la Princesa Sofía al cumplir su mayoría de edad.
Se caracteriza por llevar, en el mismo centro de la diadema, un diamante colgando, así como por el dibujo de las columnas que recuerdan al Partenón y que son coronadas por hojas de laurel.
El velo
Fue el mismo velo, de encaje de Bruselas que lució su madre en su boda, sujeto a la tiara de diamantes.
Completó su maravilloso vestido con una gargantilla con una cruz, a juego con unos pendientes, un brazalete y un anillo de diamantes.
Los zapatos, de 7,5 centímetros de alto, eran de Roger Vivier.
Elizabeth Arden (Isaac Blanco) se encargó de peinar y maquillar a la novia real.
Las alianzas se confeccionaron con el oro de unas monedas del emperador Alejandro Magno.
El diseñador
Jean Dimitre Verginie, nació un 6 de agosto de 1904 en Alejandría, Egipto, de padres griegos. Comenzó estudiar derecho, pero abandonó sus estudios para irse a trabajar a la Maison Jane, una casa de alta costura parisina. En 1937, abrió su propio salón de alta costura y pronto se convirtió en uno de los diseñadores más solicitados por las estrellas de cine y la realeza europea, desde 1940 hasta su fallecimiento en Atenas en 1970. Entre sus clientes también se encontraban las damas de la familia Real de Grecia, la duquesa de Windsor y la anfitriona de sociedad Elsa Maxwell.
La inspiración de sus diseños fue fruto de los innumerables viajes que realizó por todo el mundo. Trató de destronar el color negro, haciendo uso de colores suaves. Sus vestidos de noche eran espectaculares, drapeados en gasa, vestidos bordados, vestidos de tubo con chaquetas ajustadas, faldas fluidas…
Valentino estuvo bajo su tutela.
Exposición
El magnífico vestido de novia que realizó para la entonces princesa de Grecia, se puede admirar en el Real palacio de Aranjuez.
Estos trajes quedarán expuestos de forma permanente en una nueva sala del Museo de la Vida en Palacio, que acoge también otros cinco trajes de ceremonia y uniformes utilizados por la Familia Real española los últimos 30 años. Preside la sala que alberga los vestidos nupciales un cuadro de grandes dimensiones de la boda de Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia, que muestra a los monarcas durante la ceremonia en la iglesia de los Jerónimos de Madrid. Es la primera vez que se expone al público este lienzo, que data de 1906, según indicó a Efe el delegado de Patrimonio en Aranjuez, Javier Truebas. Los cuatro trajes de novia se exhiben dentro de una vitrina que permite contemplar los vestidos desde todos los ángulos de la sala.
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