No, no somos sirenas…
Somos almas que no pertenecen
a ningún continente…
sino a islas desiertas…
de sol y arena…
Vidas repletas
de soledades impenetrables…
que despuntan sin llegar el alba
y sin ningún mecenas…
Esencias que luchan
por acomodar sus costumbres…
y que no encuentran
más que cadenas…
Y es que al final,
solo somos náufragos,
de vidas plenas,
pero sin lunas llenas…