Nunca creas que rompieron tu sueño,
o que ya no tiene dueño…
Jamás pienses que eres pequeño,
ni creas a quién te habla con desdeño…
Sólo dependerá de tu empeño,
y verás, que no sólo fue un ensueño…
No escuches a los zahareños…
que no ven más allá de su leño…
Anda y mírales de frente, risueño…
y muéstrales el desempeño…
de quién siempre ha creído en sus sueños.