Mi capitán

Tú, que te batiste,
entre las aguas más bravas,
entre los océanos más añiles,
entre los piélagos más hostiles…
entre las olas más esclavas…

Tú, que me quitaste los miedos,
vacíos y rencores,
que llenaste mi corazonzuelo,
de alegrías y colores…
arrebatando cualquiera de mis sinsabores…

Tú, que, aun luchando entre piratas,
no sufriste temores,
fuiste a morir entre nieves blancas,
en una fría madrugada de invierno,
llevándote mi luz, mi escudo y mi averno…

Tú, mi capitán de navío,
no pierdas de vista esta atalaya…
pues un día nos volveremos a unir,
en la otra playa,
sin más murallas…