A veces navegamos a solas,
entre mares de plata,
en medio de angostos atardeceres de hiel…
A veces surcamos océanos grises…
de miedos reales,
que apesadumbran un horizonte sin voz…
A veces perdemos el rumbo,
entre turbaciones que nos amarran,
entre las redes de un pasado atroz…
A veces naufragamos,
a veces ondeamos,
a veces simplemente,
no tenemos el control…
A veces zozobramos,
a veces enarbolamos,
a veces nos hundimos de nuevo,
sin bandera ni timón…
A veces,
y sólo a veces,
no debería escucharte más,
corazón…