El poder del adiós,
el poder del partir…
El poder del dejar ir las penas,
aún cuando las sientes herir…
Maldito sufrir…
Poder que libera tristezas,
al caído, a la belleza y al sentir…
Bendito fluir…
Poder que cura el alma,
la alegría, el gozo y el porvenir…
Venerable sacudir, este poder de elegir;
porque el decirte adiós, mi amado extraño,
nunca será huir,
solo comenzar a vivir.