No entendieron tus lágrimas…
Tampoco tu suspiro al doblar la esquina…
No sintieron tus sollozos…
Ni tus faltas, ni tus grimas…
No supieron abrazarte ,
ni valorarte,
ni arrancarte tus espinas…
Son sólo piedras de tu camino,
del único que ha de llevarte a la cima.
Esto es sólo la soledad del poeta,
la que te llena,
la que te inspira.