¿Por qué este vacío Señor?
¿Por qué este valle con niebla,
este río sediento y ahíto,
esta garganta sin canción…?
¿Por qué, por qué Señor?
Colmas de castillos a reyes,
de tierras a medievos,
de caricias al ingrato,
todos ellos espíritus vacíos de amor…
Almas ricas, almas pobres,
almas huecas de candor…
¿Por qué este vacío Señor?
Quizá este desierto sombrío,
no sea más que tu desafío,
no sea más que tu prueba mayor…
Tal vez esta vida sólo sea un suspiro,
y en ella, aún con brío,
sólo nos reconforta tu voz,
silenciosa, pero feroz…
¿Por qué este vacío Señor?